Cuando mi colega Sergio me encargó pintar el Eidolón of Mathlann, no dudé ni un momento. Es una miniatura fantástica y que estaba seguro que se iba a dejar pintar muy bien.
Antes que nada quiero agradecer a Sergio (tenemos que jugar con este bicharraco!) el encargo de esta miniatura, bueno: «miniatura». Desde que la vi en la White Dwarf me enamoré de ella y, la casualidad, que en nuestro viaje a Nottingham pude verla en vitrina. Así que llevaba tiempo queriendo pintarla.
Como miniatura hay que decir que es una maravilla del modelado. No tiene ni una pega. Como proyecto de pintura, a primera vista puede intimidar pero el Eidolon of Mathlan es más fácil de lo que parece. Eso si, requiere mucha planificación y paciencia ya que la paella, digo, la peana tiene muchas pequeñas criaturas y elementos disonantes que hay que pintar por separado; al final es como pintar una pequeña unidad.
El proceso fue muy simple, la capa la pinté por separado a base de aerógrafo, jugando con un par de azules y blancos para conseguir el degradado.
Al Eidolon en sí, también lo pinté por separado y por suerte en su mayoría es metálico así que no supuso gran problema y fue bastante rápido de pintar: Imprimación de spray plateado, lavado con negro y azules para darle el toque azulado y perfilado con plata.
Aunque parezca mentira, lo que más tiempo consume en esta figura es la peana. Tuve que pintar cada criatura por separado intentando no salirme demasiado de la gama de colores que componen la pieza y a veces me quedaba sin ideas, creo que he agotado todos los azules y verdes que tengo en la mesa… Aproveché y usé varios lavados para hacer las partes más orgánicas y tiré mucho de pincel seco para la arena y roca del suelo.
Una miniatura muy divertida de pintar y muy agradecida.
Está genial, hasta ahora no me había percatado de todo lo que hay en esa peana. El Dunkleosteus es lo que más me gusta (el pez acorazado)!