Pedro nos enseña los trucos y entresijos de pintar en masa. También conocido como pintar en serie, el arte de pintar en masa es imprescindible para poder seguirle el ritmo a nuestro ansia de consumismo lúdico.
Las claves de la pintura en masa se resumen en las siguientes:
- Técnicas sencillas y dominadas.
- Mínimo número de capas.
- Organizar las figuras por colores y capas a aplicar.
Lo más habitual es pintar en masa un ejército (como la marea roja de khorne) pero podemos pintar en masa prácticamente cualquier juego (zombicide, bloodrage, guerra del anillo, …) Cuando dominéis los procesos para pintar en masa podéis llegar a pintar 100 miniaturas en un mes dedicando 1 hora diaria o incluso menos. El tiempo medio por miniatura puede quedarse en menos de 30 minutos (dependiendo de la mini) y aún así mantener una buena calidad.
Los pasos a seguir son los mismos que para pintar cualquier miniatura:
1. Conoce y prepara tus figuras.
Es esencial conocer las figuras que vamos a pintar e ir imaginando cómo vamos a hacerlo, con qué colores y en qué orden. Si estás pintando figuras que requieren montaje, al pegar sus piezas es buen momento para ir conociéndolas. Si no requieren montaje, es conveniente ir observándolas una a una para quitar las posibles líneas de molde e ir conociendo las figuras.
2. Elige la imprimación correcta.
Lo más rápido para pintar en masa es imprimar a spray, sin embargo no es lo más económico ni lo que ofrece mejores resultados. Si ya tienes un aerógrafo y lo dominas imprimar con él es bastante sencillo y no lleva más de 1 o 2 minutos por miniatura. Cuándo vamos a pintar figuras con un color predominante puede ser interesante imprimar en un color distinto a la gama habitual de grises. Personalmente siempre imprimo en negro desde la parte inferior de la figura y blanco o gris desde la superior, de este modo ya cuento con un primer boceto de las luces de la miniatura. Esto puede hacerse una a una con el aerógrafo o con dos sprays. Si vas a imprimar a spray te recomiendo que montes las figuras en un trozo de cartón u otro soporte similar y las imprimes en grupos de 5 a 10 figuras con el spray negro. Después puedes colocar todas juntas e imprimar con el blanco en un ángulo desde la parte superior que siga la dirección de la luz que van a recibir las miniaturas. Finalmente si las figuras van a ser de colores brillantes o claros, conviene utilizar principalmente imprimación blanca para no tener que dar muchas capas para subir el color.
3. Clasifica tus figuras.
La diferencia entre la pintura en serie y la pintura en masa es obvia… CANTIDAD. Cuándo hablamos de pintar en serie solemos referirnos a una escuadra o similar y suelen recomendarnos pintar en oleadas de 5 en 5 o de 10 en 10. Lo que se propone en este artículo es llenar la mesa de miniaturas y pintar 50 o 100 de una sola vez. Rara vez vamos a pintar 100 figuras con el mismo esquema de color, pero sí puede haber grupos de figuras similares o con procesos iguales.
Si estamos pintando un ejército un punto clave es buscar a qué tropa más numerosa se parecen nuestros líderes o personajes y que tropas pueden pintarse juntas al menos parcialmente. Por ejemplo: los bloodreavers, los skullreapers, el slaughterpriest y el bloodstoker de khorne tienen el torso descubierto y este supone la mitad o más de la superficie de la figura; esto nos permite pintarlos todos juntos al menos en lo referente a la piel.
Normalmente siempre queremos dedicar algo más de tiempo a nuestros personajes y generales, pero esto puede hacerse al final, la piel y la armadura pueden ser la misma que la del el resto de nuestro ejército y trabajar una luz más o un mejor perfilado en ellas.
4. Colores base y color principal.
Comenzaremos agrupando las figuras por el color predominante o aquel que debamos aplicar en primer lugar. Si tenemos aerógrafo podemos aprovecharlo para dar este color base en masa de forma rápida. Como mencionaba al inicio es esencial visualizar y planificar el proceso ya que cualquier error o corrección que tengamos que hacer se multiplicará por las 50 o 100 figuras que estemos pintando. El primer color que aplicamos normalmente será el dominante en la figura (como la piel de los bloodreavers), pero también puede ser el más difícil de aplicar sin salirse (como los ribetes dorados de la armadura de los guerreros de khorne). Elegir bien el orden de los colores reduce enormemente el tiempo de pintado ya que nos permitirá ir con menos cuidado y por ende más rápido.
5. El orden es la clave.
A la hora de aplicar los colores por lo general suele ser recomendable aplicar primero todos los colores base. Por lo general la forma ideal de aplicar los colores es de dentro afuera y de arriba abajo de la miniatura.
Sin embargo no siempre ha de ser así, tendremos que pensar los procesos que vamos a aplicar posteriormente en las figuras, de nuevo un error se multiplica y puede suponer horas y horas de pintura. Si vamos a aplicar un pincel seco es probable que manchemos el área que lo rodea, si vamos a aplicar una tinta de forma abundante es probable que chorree hacia la parte inferior de la miniatura.
En ocasiones es preferible aplicar primero todos los procesos que puedan manchar alrededor a un área como puede ser la piel de los bloodreavers (base y lavado) o capas de pelo (base y pincel seco). De este modo también es más fácil ver si el color que estamos aplicando cuadra con el resultado final de la zona que tiene contigua y con el resto de la figura.
La desventaja de hacerlo de este modo es que las tintas suelen ayudarnos a corregir errores de trazo en los que nos hayamos podido salir y también a marcar la división entre colores de manera que si nos salimos después de haber aplicado la tinta tendremos que corregirlo de otro modo.
6. Optimizar los procesos.
Es esencial que los procesos sean lo más eficientes posibles ya que los vamos a repetir muchas veces. Si dudas en la mejor forma de obtener un resultado más vale probar en una o dos figuras antes que tener que corregir 30 iguales.
Hay varios procesos que podemos seguir que requieren pocas capas y son relativamente rápidos y los aplicaremos en función del área y nivel de detalle deseado.
Máxima suavidad/ zonas amplias: Base (2 capas) + Luz (1 o 2 c) + lavado/tinta (1c) + luz (1c) + perfilado(1c).
Al aplicar una tinta después de una luz perdemos contraste pero ganamos suavidad en el degradado, por lo que podemos aplicar una luz más intensa directamente sSobre el color base, sin pasos intermedios y será la propia tinta la que termine de crear el degradado. Para cada luz podemos emplear una sola capa un poco diluida o dos capas más diluidas, esto va a depender de nuestra pericia, de la amplitud de la zona y de la forma de la misma. La clave al dar esta luz es que no cubra por completo el color base y que no sea uniforme, es decir, que quede translúcida en las zonas medias y opaca en las zonas más luminosas. La forma más fácil de lograrlo es aplicar 2 capas finas, la segunda en una zona más pequeña que la anterior. Si la zona de la miniatura no es de gran tamaño puede valernos con una sola capa ya que después volveremos a aplicar una luz después de la tinta.
Buena suavidad/zonas medias: Base (2 capas)+ Luz (1c) + lavado/tinta (1c) + perfilado (1c)
Si la zona es algo menor, podemos conformarnos con una luz, un lavado y el perfilado, esto creará un contraste suficiente para dar buen efecto y nos ahorra un paso.
Poca suavidad/zonas pequeñas: Base (2 capas) + lavado/tinta (1c) + perfilado (opcional)
En zonas pequeñas podemos ahorrarnos la luz aplicando un color base más luminoso que se verá oscurecido por la tinta.
Poca suavidad/zonas estrechas: Base (1 capa) + lavado/tinta (1c) En zonas muy pequeñas como correas y similar aplicamos un color base más luminoso de lo normal y poco diluido para cubrir de una sola pasada, después una tinta poco diluida nos creará la sombra necesaria.
Metales: (Base* + lavado/tinta + perfilado) Para los metales por lo general será suficiente con el color base, la tinta y el perfilado. Depende del color metálico que utilicemos a veces no cubren demasiado bien o son difíciles de aplicar por tener una consistencia diferente al resto de la pintura. Si aplicamos una capa mate del tono del metal que deseamos como color base puede ayudarnos a necesitar menos capas de color metálico que se aplican con mayor dificultad. No todas las marcas son iguales y algunos metales se aplican igual o mejor que el mate. También influirá la zona, áreas pequeñas pueden cubrirse con color base y tinta sin necesidad de perfilar. Por otro lado, si no corremos el riesgo de ensuciar la miniatura, el pincel seco puede ayudarnos en zonas metálicas en lugar o además del perfilado.
Pelaje: (Base + luz + pincel seco + tinta/lavado) Para hacer pelaje en zonas pequeñas la luz es prescindible. Para pelajes de varios colores (como el de chewacca) podemos hacer el patrón del pelaje en el paso en que daríamos la luz alternando los distintos colores.
7. El nivel de detalle lo elige el pintor.
Solo tú debes decidir el tiempo que quieres invertir en tus figuras y el nivel de detalle que quieres aplicarles. Unos buenos colores base bien definidos y unos pocos detalles significativos en las zonas más visibles suelen ser más que suficiente para cualquier figura, más aún si va a formar parte de un ejército. Muchos detalles pequeños pueden añadirse en un futuro aunque hayas barnizado la figura.
8. Decorando peanas en masa.
Una buena peana hace que una miniatura luzca muchísimo más en el campo de batalla y no lleva necesariamente mucho trabajo, menos aún si lo hacemos en masa. Primero elige que tipo de terreno llevará la figura (arena, césped, tierra quebrada) Por lo general al pintar en masa el tiempo es oro, así que intenta utilizar recetas o productos fáciles de aplicar y que den buenos resultados como las pinturas o mediums crackeladores. Después prepara varios elementos para pegar en tus peanas, calaveras, arbustos, trozos de piedra, tablillas, escudos, armas… lo que se te ocurra. Intenta que no haya más de 3 o 4 cosas distintas que pintar. Aplícalos en diversas combinaciones, de forma que haya uno o dos elementos a lo sumo en cada peana. A continuación ordena las peanas por los elementos que llevan y píntalas (Con el mínimo número de capas posibles). Los arbustos que venden ya preparados son tus mejores aliados, se aplican en cuestión de segundos. Una tablilla o resto de loseta de piedra también es fácil de pintar, puedes hacerlo incluso antes de pegarlas con todas juntas (Gris, pincel seco blanco y tinta).
9. Trucos finales.
Como se suele decir “Shit Happens” y es bastante probable que en 100 miniaturas pintadas a la velocidad del rayo hayamos cometido 1 o 2 o 30 errores. No hay problema, nuestros amigos la sangre, el barro, el óxido y otros subproductos de la guerra y la intemperie están aquí para ayudarnos. Con estas sustancias podemos ocultar cualquier punto con el que no estemos muy contentos… que se te fue la mano con el ribete de cobre de la armadura… óxido al canto. Que hay una zona de piel mal sombreada… salpicadura de sangre. La clave está en no pasarse de la raya y que mantenga la coherencia con el resto de la figura, por lo general no tiene sentido una mancha de barro en la cabeza, ni llevar toda la cara y el torso cubiertos de sangre… o quizás sí…
Si finalmente decides embarcarte en la aventura de pintar en masa te dejo unos consejos extra:
- Ten paciencia y haz yoga postural, tu espalda y tus ojos valen más que las minis.
- Enjuaga tu pincel aunque no cambies de color, la pintura se seca igual.
- Usa una paleta húmeda para la pintura y una de pocillos para las tintas.
Pintar en masa puede parecer aburrido, pero preparar y ejecutar los procesos de forma óptima también tiene su gracia y si después quieres dedicar más tiempo a alguna figura en especial ya tendrás casi todo el trabajo hecho.
Si te gusta jugar con las miniaturas pintadas: menos tiempo de pintura es más tiempo de juego.