Hoy damos comienzo a un nuevo proyecto para el año 2017: Una historia de siete Señores de la Guerra. Tanto si habéis leído las últimas White Dwarf como las de hace unos años, recordaréis una sección dedicada a un grupo de cuatro amigos que colecciona, pinta y juega con un ejército de Warhammer durante varios meses, publicando en cada revista el avance de cada uno. La sección original se llama A tale of four warlords, que nosotros hemos castellanizado y adaptado a nuestro proyecto: una liga de pintura temática con una alta dosis de motivación. Nuestra propia historia la componemos los cuatro bloggers de Modelbrush (Miguel, Omar, Rubén y Marcos) junto a tres amigos y compañeros de trabajo de Miguel (Chuso, Iván y Pablo).
El planteamiento del proyecto es similar al original de la revista. Durante el año 2017 cada uno debe armar y pintar un ejército a su elección de Warhammer Age of Sigmar. Mensualmente cada uno publicará en el blog los hitos que vaya consiguiendo, que como mínimo deberían ser de una unidad o héroe pintado. En un principio acordamos de que el reto sería durante un año completo para pintar ejércitos de 2000 puntos, pero hemos decidido cerrarlo el 31 de Agosto con 1000 puntos por general y abordar nuevos retos de pintura. A lo largo del año hay dos fechas importantes en el calendario: el 15 de Abril cada uno deberá tener pintados 500 puntos y el 31 de Agosto 1000 puntos para organizar una mini campaña narrativa en Madrid. Para las campañas y mega batallas formaremos las alianzas de la forma más natural posible, pero al ser impares contamos con dos Señores de la Guerra que harán de bisagra con sus elfos para equilibrar la fuerzas.
Esta primera entrada la dedicamos a presentarnos cada uno, cuáles son nuestros orígenes en el hobby, por qué hemos decidido volver a jugar a Warhammer y cuál es el ejército que hemos escogido. Esperamos que os guste la iniciativa y recordad que sobre el día 15 de cada mes publicaremos los avances de cada Señor de la Guerra.
Chuso – Stormcast Eternals
Ya hace más de 20 años que empecé en esto de las miniaturas. Como muchos otros chavales de mi generación, las primeras miniaturas que cayeron en mis manos fueron los héroes y villanos de la caja de Heroquest. Desde ese momento me enganché al trasfondo de fantasía, juegos de mesa, a pintar, a conversionar….en definitiva a todo lo que rodea a este increíble hobby. Poco después empecé a leer revistas White dwarf y a interesarme por el mundo de Warhammer y Warhammer 40000, y la verdad es que desde entonce hasta hoy es algo que siempre me ha acompañado.
Cuando salió a la venta Age of Sigmar, hubo 2 cosas que me llamaron mucho la atención: la increíble nueva imagen del diseño de sus miniaturas (Ironjawz, Stormcast, Sylvaneth, monstruos enormes….) y la simplicidad del juego. Un gran juego de estrategia no tiene porque tener un reglamento largo y complicado, si no, nadie jugaría al ajedrez verdad?. Así que después de un año y medio dudando si empezar o no, está campaña es la oportunidad ideal para darle caña!.
Para la campaña he decidido empezar con Stormcast Eternals. He dudado varias veces entre ellos, los no muertos (que ya coleccionaba en Fantasy) y los orkoz (que ya coleccionaba en 40k). Pero finalmente ese diseño tan cercano al de los marines espaciales, ese tamaño tan grandote y agradecido para pintar, y esas pedazo de nuevas miniaturas me han convencido para empezar con los elegidos de Sigmar. Quería una lista que pueda disfrutar montando, pintando y jugando con ella (y que el resto de mis rivales también puedan disfrutar). Como además tiendo a perder el foco con qué pintar y qué no después de cada partida que juego (desventajas del jugador que en su día fue competitivo) he decidido construír mis listas al revés, me explico, en lugar de empezar con la de 500, luego 1000 etc, he decidido empezar con la de 2000 e ir bajando. 40 Miniaturas de infantería y un monstruo, repartidos en grupos de 15 minis cada 3 meses, es decir más o menos una mini a la semana y en 6 o 7 meses podría tenerlo listo…pinta bien ¿no?… ¡¡¡a por ello!!!
«El lord celestant Damatar nunca había estado en presencia del mismísimo dios rey, de hecho, ese privilegio solo estaba al alcance de unos pocos elegidos pertenecientes a la Extremis Chamber, así que a pesar de comandar una de las fuerzas más letales del reino de los cielos, Los Skyborne Slayers, se sentía inseguro y atemorizado a partes iguales.
Mientras avanzaban por el interminable pasillo de suelo y paredes de mármol blanco, Damatar intentaba racionalizar como habían llegado a ese punto…la guerra se había recrudecido en los límites del bosque sombrío, los sylvaneth y los Oscuros aún no se habían posicionado con ningún bando en el conflicto, pero si no recibían refuerzos rápido, el último de los bastiones Seraphon en el bosque, no sobreviviría al invierno….No se recordaba una invasión pielverde tan grande desde los tiempos anteriores al Dios rey, ni siquiera las fuerzas de los Skyborne Slayers serían suficientes para repeler el ataque…
Y ahí estaba él, caminando en silencio al lado del mismísimo Dios rey, por ese interminable pasillo, sin cruzar una palabra o una mirada. Y por fin llegaron al final del camino, una puerta dorada suficientemente grande como para que la atravesara un Stardrake sin rozar sus alas con el marco. Sigmar se detuvo, levantó a Ghal Maraz y sin más preámbulos la puerta se abrió, «Espera aquí hijo mío, ha llegado la hora de que él vuelva a empuñar el martillo».
Pablo – SeraphonDesde muy pequeño la fantasía medieval es algo que me encanta, todos esos mundos llenos de magia, criaturas y grandes héroes son el escenario perfecto para dar rienda suelta a mi imaginación. Mi primer contacto directo con este mundillo fue mi primo mayor Fernando, aunque ya mi tío por aquel entonces hacía maquetas de vehículos y tanques. MI primo jugaba al rol con sus amigos y un día me llevó con él a una de sus partidas. Aunque era apenas un niño de 7 años acabé fascinado por lo que vi. Lo que más me llamó la atención fueron las miniaturas que utilizaban para representar tanto a sus personajes como a los enemigos. Esto desencadenó que todas las semanas recorriéramos tiendas de manualidades, papelerías y cualquier establecimiento que tuviera miniaturas, y compráramos las que necesitábamos para las aventuras que mi primo escribía. Solo nos gustaban las de fantasía medieval clásica, y por eso nunca íbamos a tiendas Games Workshop, un elfo con una lanza que parecía más bien una farola mal hecha y con tanto colorido, hojas de armas rojas y demás características atípicas no me resultaban nada atractivas.
Con 8 años mi primo me dejó los libros de Reinos olvidados, y entre los cuales se encontraba la trilogía del Valle del Viento Helado con un personaje que me conquistó. Un elfo oscuro con el nombre de Drizzt Do Urden que consiguió que necesitara miniaturas de esa raza fuera como fuera. Y ahí sí, recurrí a GW y Rakhart El Señor de las bestias montado en dragón fue mi primera miniatura. Lanceros, un grupo de mando de corsarios y Malus Darkblade siguieron a éste y fueron la inversión de todos mis ahorrillos de ese año. Poco después inicié un nuevo ejército de Reyes Funerarios, coleccioné algunas miniaturas de Caos y Battlemaster y una enorme cantidad de Tiránidos de 40k que conseguí cambiando mi ejército de Khemri, los cuales colecciono hasta la actualidad teniendo cerca de 28.000 puntos.
Y con la salida de Warhammer Age of Sigmar me picó la cobra y supe que tenía que hacerme un ejército de Seraphon. Siempre me habían gustado y ahora en peana redonda era el momento ideal para adquirir uno.
Un pulso de luz surgió del pináculo de la pirámide templo. Recorrió el basto complejo. Lento pero inexorable, el polvo saltaba a su paso, las telarañas se descomponían y mágicas runas en paredes, suelos y techos resplandecían brevemente iluminando los corredores y las bastas salas de la construcción. Una sucesión de pulsos siguieron al primero, cada vez más potentes y rápidos, como un corazón que se acelera. Un sonido sordo, profundo, parecido al de un enorme cuerno y que producía un antinatural eco acompañaba a cada una de estas descargas de energía mágica.
Pronto los pulsos de luz adquirieron un ritmo frenético, el sonido que los acompañaba reverberaba con una potencia sobrecogedora, y cuando parecía que no podían sucederse con mayor velocidad… se detuvieron. El silencio inundó el complejo de nuevo y todo quedo en calma, como si nada acabara de suceder. Pero en lo mas profundo del templo, en una sala de un tamaño tan descomunal como la mayor de las ciudades del Imperio, en una oquedad en la pared, una figura que a simple vista parecía la estatua de un enorme y abotargado sapo abrió los ojos.
Esos ojos, llenos de un poder sobrenatural y de una sabiduría infinita, recorrieron la sala que se extendía frente a ellos. Millares de lo que parecían estatuas de jade de diversas formas y tamaños inundaban la inmensa estancia que se extendía varias decenas de millas desde donde se encontraba la figura. Legiones de gigantescos carnosaurios, guardias del templo, eslizones camaleón y decenas de otras criaturas Sheraphon cubrían el suelo como un infinito manto opalescente.
El mago sacerdote Slann supo que había llegado el momento, el ejército debía volver a la vida, las instrucciones de los ancestrales no dejaban duda alguna, el Caos había regresado y su misión era destruirlo. El cacique Lord Kal-Imotxo se concentró, comenzó a recitar el complejo hechizo que sacaría del campo de éxtasis a todos sus hermanos Seraphon, dejarían de ser estatuas de jade para ayudarle en la tarea que tenía por delante. La ciudad templo de Xoxetle volvía a prepararse para la guerra.
Rubén – Seraphon: Las cohortes de Huetzilopotzli
Para los primeros 500 puntos he elegido empezar por aquellas unidades que tanto me gustaban en mi infancia y que nunca llegué a coleccionar: Guardia Sauria. ¡Y con una sola caja ya tengo 300 puntos! (100 puntos por cada 5 guerreros). Éste será el core de mi ejército. No son únicamente miniaturas bonitas, además en en el juego son más que aceptables, especialmente si combino las tres unidades de guardias con un Eternity Warden, que da acceso al Warscroll Eternal Starhost. Mis saurópodos pasan a salvar con 2+ (estando cerca de un héroe), tienen un ataque adicional (si están cerca del Warden) y pueden hacer 1D3 de daño si no mueven o cargan. ¡Van a repartir tortas como panes! Más adelante meteré el resto de miniaturas que he comprado y las que amablemente me ha dado Miguel (thanks!): un carnosaurio para dirigir a mis huestes, una salamandra, caballería gélida, saurios, eslizones, y por supuesto, un Estegadón.
Lo sentía. Podía palparlo e incluso estrujarlo entre sus dedos. El venerado maestro de las estrellas slann, Huetzilopotzli, estaba perturbado. Tras varios milenios sumido en profundas meditaciones, las alteraciones en el espacio-tiempo le han despertado. La membrana que separa diferentes universos se está volviendo a desgarrar. Los excesos de energía reberveran y se extienden alrededor de su palanquín hasta que son canalizados y absorbidos por su cetro ancestral. Huetzilopotzli teme que si él es capaz de detectar estas perturbaciones, los patéticos chamanes de las huestes de la Destruction deben estar igualmente al tanto de la situación. Y deben estar muy agitados, ya que seguramente ni siquiera saben su significado. Los pieles verdes no deben ser menospreciados. Siguiendo a saber qué fines -si es que los tienen- pueden dificultar la misión de los Seraphon. Sus huestes deben ser aniquiladas o dispersadas antes de que la amenaza real del Caos llegue a materializarse. Y por si fuera poco, los vacilantes corsarios elfos oscuros y los llamados Sylvaneth deambulan por doquier sin haber cerrado una clara alianza. Ambas fuerzas siempre se han alineado con las fuerzas del llamado Order; pero uno nunca debería fiarse de ellos.
Huetzilopotzli aún está muy débil para materializar a sus cohortes y necesita que sus aliados le consigan un poco de tiempo. Confia en que los Stormcast y otro gran mago slann sean capaces de conseguírselo. Pese a todo, Huetzilopotzli no hace si no lamentar el absurdo de este conflicto. Destruction y Order luchando entre sí. No harán si no dejar el camino libre a los demonios y siervos del Caos en cuanto aparezcan…
Miguel – SylvanethGracias a una familia de modelistas, desde muy chiquitín me aficioné al modelismo estático. Pero mi entrada en el mundo de las miniaturas empezó, como casi todos, con Games Workshop y su Warhammer. Tuve la suerte de empezar junto con mi hermano Luis, él Orcos y Goblins y yo Elfos Silvanos. Recuerdo que nuestras primeras unidades fueron unos Orcos y unos arqueros Silvanos en 1998 (bordecitos verdes, 1500 pesetas). Unos años después, yo continué con el modelismo y dejé de lado todo lo que tenía que ver con la fantasía. Mi hermano Luis siguió coleccionando todo lo que encontraba, y hoy en día, 18 años después, no ceja en su empeño.
Hace unos 5 años, conocí a los que hoy en día son mis compañeros de blog (Omar, Marcos y Rubén) y un poco después a mis compañeros de trabajo (Chuso, Pablo e Iván). Lo bueno de tener un grupo así, aparte de los momentos que pasamos juntos, tanto de trabajo como de ocio, es que fomenta un pique continuo de nuevos juegos. Y así cayó Age of Sigmar hace pocos meses, compartiendo chácharas con Omar en GoblinTrader. Desgraciadamente, todos mis antiguos Elfos Silvanos sucumbieron no sé dónde, así que me animé a continuar su estirpe con los nuevos Sylvaneth… y en ello estamos…
Durante la Era de los Mitos, nosotros los Sylvaneth tomamos infinidad de lugares embuidos de poder natural en los Reinos Mortales. Esos mismos lugares nos fueron arrebatados durante la Era del Chaos, colocándonos al borde de la extinción… Ahora estamos dispersos, agrupados en bolsas de resistencia en terrenos sagrados. Nos movilizamos como un único ser, intentando que los Reinos de Jade no sucumban jamás antes los embistes de las partidas de Orruks y Grots que intentan emponzoñar nuestros Bosques Radiantes.
He marchitado vidas con solo tocarlas, he vagado por la Cúspide de los Sueños antes de su decadencia. Sobreviví a la Guerra de la Vida y pude mirar a los ojos a Gerolt, el Putrefacto. He recitado cantos espirituales que harían estremecerse a cualquier ser vivo. Fui expulsado del Mundo Mortal y regresé para vengarme. He destruído, creado y transformado. Me llamo Felyndael. Quizás hayas oído hablar de mí.
Iván – Ironguts OgorsLas miniaturas son un hobby que me lleva acompañando muchos años. Me introduje en el mundillo cuando pusieron a la venta la caja de inicio de la 6ª edición de Warhammer. Pese a que elegí el Imperio como primer ejército, me alucinaban muchas de las miniaturas que aparecían en la White Dwarf, especialmente el Caos y los Demonios. Por ese entonces pintaba realmente mal, pero no me desmotivé y empecé a engancharme a los pinceles hasta convertirse con diferencia en mi parte favorita del hobby. Por supuesto, el trasfondo y las batallas no las dejo de lado, me encantan la literatura y la estrategia.
Age of Sigmar es un juego que me ha llamando la atención poco a poco. Al principio, tras ver que no había ni puntos para formar listas y que parecía un poco improvisado, no me atrajo demasiado. Poco a poco he visto como Games Workshop ha ido dedicando más y más recursos en que el juego creciera, sacando suplementos, nuevas miniaturas o juegos complementarios como Warhammer Questy, con lo que fué creciendo mi interés. Finalmente, tras la posibilidad de unirme a la campaña de los 7 Señores de la Guerra, no dudé un instante en apuntarme e iniciar con mucha ilusión mi ejército de Age of Sigmar.
Tras el End of Times de Warhammes Fantasy me quedé con un ejército entero de ogros aparcado y sin pintar. Cuando me propuse empezar con Age of Sigmar dudé entre coleccionar un ejército de Tzeench Daemos (para que acompañen a mis Thousand Sons de Warhammer 40k) o darle una oportunidad a los grandotes. Los Ogros son una facción increíble dentro del universo de Warhammer, son grandes, fuertes y por supuesto gordos. Viendo que tenía más de 1500 puntos y muchas miniaturas chulas que pintar, la elección fue rápida. Mi facción principal serán los Gutbusters, aunque pienso meter miniaturas del resto de facciones ogras, especialmente los maneaters. Por supuesto, va a ser un ejército totalmente ofensivo, con dos unidades de ironguts como punta de lanza y ogors de apoyo entre otras cosas. ¡Pronto partirán a la batalla con mucha hambre!
Hijo mio, solo los necios son capaces de menospreciar las brutales incursiones de Ogors que azotan los reinos mortales. Hace mucho tiempo conocí a uno de estos salvajes en la campaña contra las fuerzas del Chaos. Era enorme, medía casi el doble que cualquiera de nosotros. Su voracidad no tenía limites junto a una agresividad desbocada. Nadie sabe muy bien como semejante ser había sido contratado de mercenario por nuestro capitán, pero su salvajismo nos ayudó con creces en decenas de batallas. Algunos soldados se burlaban de la corpulencia de la bestia, pero sólo un tonto confundiría la fibra muscular de un Ogor con grasa. El Comehombres, como la tropa le llamaba, arrancó las extremidades de aquellos desgraciados y las cocino a fuego lento bajo la impotente mirada del resto del regimiento.
Estos monstruos son nuestros enemigos hoy. Los exploradores de vanguardia hablan miles de ellos acercándose a paso firme como una horda portadora de muerte. Un enorme Tyrant llamado Grooghar el Matareyes encabeza la marcha. Cuentan que ha sido capaz de unir a decenas de tribus, subyugándolas bajo su puño de hierro. A su lado caminan los ogros más fuertes y acorazados, empuñando armas de tamaño colosal. Han arrasado decenas de aldeas a su paso, devorando incluso a los caídos en combate. Hasta el guerrero más corriente es un monstruo capaz de acabar con la vida de varios de nuestros hombres.
Prepara bien tus armas y reza porque nuestros aliados acudan pronto en nuestra ayuda, pues nada nos salvará de las grandes fauces que se ciernen sobre los dominios del Order. Si los salvajes pielesverdes se unen a la campaña de destrucción de los Ogors, solo un milagro podrá darnos la victoria.
Marcos – Spiderfang Grots: Culto Aragrita
Como la idea que tengo es hacer una lista exótica basada en arácnidos, para el primer hito de 500 puntos he decidido utilizar un Grot BigBoss on Gigantic Spider que convierte a las unidades Grot Spider Riders en battleline, de esta forma, tendría el líder Chamán por 100 puntos, y dos unidades de 5 Jinetes Grot en arañas por 100 puntos cada una. Para completar la lista me he dejado llevar por la nostalgia y una ilustración de 6º de unos maravillosos trolls de río enfrentándose a soldados del Imperio con alabarda: tres Fellwater Troggoths por 200 puntos. Es la unidad más cara de la lista, pero se regeneran vidas cada turno y sencillamente, las miniaturas de la última edición son impresionantes. Mis primeros 500 puntos:
Las profundidades del Drakwald están inquietas. Las bestias que hibernan en Pozo Negro han sido despertadas por las tribus de Grots Silvestres que protegen las fronteras del corazón del bosque. Los tambores de zafarrancho claman desde todas direcciones. El aire que se respira es diferente. Más denso. Más húmedo. Algo ha cambiado. El dioz-araña se ha revelado a los ebrios chamanes grot y por todos los rincones del bosque las tribus se arman y se preparan para un gran ¡Waaaagh! en los Reinos Mortales. Skrank Lenguamarga se despierta empapado cada noche desde hace semanas. Pesadillas, sueños oscuros, medias verdades… la voluntad de Dioz-araña cobra su peaje, aunque en realidad es el potente veneno de las veneradas Arachnarok que a diario engulle para comunicarse con ellas.
De un salto abandona su canasto y da un puntapié a un grot arrugado que ronca junto a la puerta: – ¡¡Dezpierta guzano!! – le arranca de las torpes manos un enorme colmillo de Arachnarok agujereado y sopla con todas el aire de sus pulmones por uno de los orificios. Un agudo chillido inunda el campamento de la tribu Bluemoon advirtiendo del comienzo de la campaña de guerra invernal.
Omar – Ironjawz y Moonclan Grots
Mi ejército, como no podía ser de otra forma, estará centrado en Ironjawz y Moonclan Grots. Los primeros, porque me fascinaron las nuevas miniaturas de Orruks y los segundos por puro valor sentimental. Siempre he jugado con orcos y goblins y mi mujer me regaló hace tiempo la caja de La Batalla por el Paso de la Calavera, así que ¡es hora de sacar de su guarida a esos canijos! Con unos pocos grots de ahí, unos fanáticos y el Start Collecting de Ironjawz, creo que tendré suficiente para mis primeros 500 puntos:
«- Tambores. Tambores en mi cabeza. Pam, pam. Suenan sin cesar. ¿Es Gork, o es Mork? Pam, pam. La guerra se acerca.»
Se puso en pie, el viejo warchanter orruk Arturo agarró sus rudimentarios instrumentos: gorkstick y morksitck. Algunos se reian de la forma que tenian, pero él sabía el poder que era capaz de desatar cuando los golpeaba. Era hora de convocar a las tribus, de marchar a la guerra, de entonar canciones de destrucción y masacre. ¡Es la era del Waaagh! ¡Age of Waaagh!No siempre ando machacando cocoz, pero cuando lo hago me gusta hacerlo con miz paloz.
– Arturo Perez Reverde, warchanter orruk.
Iván – Dark ElvesTodo comenzó en la lejana época de la 6º edición de Warhammer Fantasy. Dos amigos desconocedores de lo que eran las miniaturas, entraron en un mundo con infinitas posibilidades… y muy poco dinero. Recuerdo ir a la tienda de Princesa para ver esas miniaturas que tanto nos gustaban, hasta que por fin ahorré y me decanté por mi primer ejército, los Elfos Oscuros, para enfrentarme a los Condes Vampiro de mi amigo. Pero basta de recordar el pasado, que me pongo tierno.
Tras muchos saltos de juegos y ejército, idas y venidas del hobby, aquí vuelvo con esos Druchii dispuestos a dar guerra, lamentablemente desde cero, retomando mi infancia y con la misma ilusión de esos días, a probar Age of Sigmar junto a mis compis de curro ( Chuso, Pablo y Miguel) y a los integrantes que faltan de ModelBrush (Rubén, Marcos y Omar).
Todo estaba oscuro, no se oían los ruidos de la batalla que estaba teniendo lugar, a escasos metros de él. De pronto, Nisath vio un resplandor a lo lejos, y al instante escuchó una tremenda explosión. Justo cuando iba a ser alcanzado por ella, algo le envolvió y notó una presencia familiar.
Cuando despertó se encontraba en un lugar completamente desconocido. Por suerte, su dragón no estaba muy lejos de su posición y le fue mucho más fácil explorar el terreno. Vagando por aquel paraje fue, poco a poco, encontrando gran parte de sus huestes.
Al cabo de medio día ya tenía bajo su mando un ejército formidable con el que tomar y saquear aquellas tierras que el destino le había puesto delante. Para buscar respuestas y aplacar sus ansias de poder, Nisath se dispuso a marchar contra quien fuese necesario…
Molaaa! Que buena pinta 😀
Increíble la idea. Pintaza! Ánimo. Esperando nuevas noticias.
Gran idea este proyecto, siempre me gustaron estos artículos en la White Dwarf y verlo ahora en vuestra web me recuerda viejos tiempos. Seguiré vuestros avances con mucho interés
Muchas gracias por los comentarios!!
Me alegra encontrar otro grupo de juego que juegue al AoS. En mi grupo jugamos bastante y lo vemos muy estratégico ademas de sencillo. Muy buena idea lo de la liga de pintura. Enhorabuena.
Muchas gracias por los ánimos 😉
Enorme, que gran idea. Ya estoy enganchado a vuestro blog.
Muchas gracias Diego!!
Estais haciendo un trabajo brutal, os habeis planteado hacer un podcast o algo? realmente sois una página muy activa y con cosas muy interesantes, que envidia me dais… xD
Hola Javier,
La verdad es que podcast no, pero si estamos planteando hacer algo con videos ;). Muchas gracias por tu comentario!!
Un saludo