Games Workshop lleva algo más de un mes enseñándonos cómo va a ser la 2ª Edición de su segundo juego en importancia y ventas, Age of Sigmar. Y esta misma semana ha presentado su lanzamiento, Soul Wars, incluyendo un montón de novedades:
- Nueva caja de inicio: Soul Wars. EL lanzamiento bombazo
- Libro General’s Handbook 2018
- Caja de magia Malign Sorcery
- 2 nuevas pinturas para pintar espectros
- Regla de metal
- Set de objetivos en plástico
- Dados de terreno para marcar la escenografía
- Dados de mando de 6 caras
- Nuevos dados de heridas de 8 caras
- 4 nuevas unidades ‘push-fit’ para Stormcast y Nightaunt
- …y ya… ¡que no es poco!
Todas estas novedades salen a finales de junio, el sábado 29, pero mientras nos siguen agradando con actualizaciones de trasfondo y nuevas historias en Warhammer Community.
Y para todos aquellos que no comprendáis del todo bien los textos en inglés, os hemos traducido el post de hoy, ya que cuenta un poco de historia sobre cómo se ha llegado al punto de la Guerra de las Almas (Soul Wars) y es muy interesante.
TODO el texto que se expone a partir de este punto es propiedad de Games Workshop y de nadie más, publicado AQUÍ. Tan solo lo hemos traducido (con mayor o menor acierto 😉 Comenzamos!
Una oscura nueva era está amaneciendo para Warhammer: Age of Sigmar.
La Guerra de las Almas ha comenzado – un conflicto que sacudirá los Reinos Mortales hasta sus cimientos. Si la Guerra de las Realmgate fue por la tierra, esta guerra es por la esencia misma de los Reinos Mortales, mientras oleadas de muertos vivientes se levantan para consumir a los vivos y condenarlos a un eternidad de servidumbre.
¿Pero por qué son tan importantes las almas? ¿Y por qué Nagash las quiere con tanto ahínco? Sigue leyendo para descubrirlo…
Almas en los Reinos Mortales
Casi cualquier criatura viviente de los Reinos Mortales tiene alma – una chispa de animus vital que les da vida. Si a una criatura se le quita el alma (tal vez mediante hechicería oscura o por una incursión de los Idoneth Deepkin), caerá en un coma o simplemente perecerá.
En el pasado, las almas en los Reinos Mortales se dirigían a Shyish, normalmente después de morir, donde residían en su inframundo (Underworld) elegido, desde estigios infiernos hasta paraísos elíseos, hasta que sus energías caían en la nada; Un proceso que puede durar desde algunos años hasta milenios.
Nagash, el autoproclamado Dios de la Muerte y Gran Nigromante, reclama eventualmente cada alma en los Reinos Mortales como suya por derecho, un trato que, durante la Era de los Mitos, fue acordado por el resto de los dioses en el panteón de Sigmar.
La Era del Caos
Los mortales han tratado de escapar de la muerte en los Reinos Mortales durante generaciones: los Katophranes, antiguos magos de la ciudad perdida de Shadespire, son solo un ejemplo de aquellos que intentaron negarle a Nagash lo que es suyo.
Con la llegada del Caos a los Reinos Mortales, cada uno de los Poderes Ruinosos reclamó las almas que deberían haber encontrado el camino a Shyish. Cuando uno sirve al Caos, uno sacrifica su alma completa y eternamente. Los mejores campeones se transforman en Príncipes Demonio, mientras aquellos que caen en el camino a la gloria son arrastrados al Reino del Caos para ser torturados por toda la eternidad.
Naturalmente, Nagash se ofendió por esta grave ofensa, por lo que luchó junto a las fuerzas de Sigmar para detener al Caos y mantener su reclamo sobre los muertos en los Reinos Mortales. Desafortunadamente para él, fue desterrado, permitiendo al Caos reinar. Esto habría sido suficientemente insultante – pero entonces llegó la traición de Sigmar.
Los Stormcast Eternals
Los Stormcast Eternals son forjados de las más brillantes almas de los Reinos Mortales, individuos excepcionales que arden con fuego interior y cuyas almas, en otro tiempo, hubieran sido muy preciadas por Nagash. Para encontrar a los Stormcast Eternals, Sigmar rescató (o robó, dependiendo de la perspectiva) a miles de héroes de los Reinos Mortales, negando a Nagash su mayor tesoro espiritual. Viendo a los Stormcast Eternals como la traición final, Nagash empezó a planear su venganza contra Sigmar…
Los Aelves
Fueron los aelves quienes finalmente inclinaron la balanza, llevando la furia de Nagash a cotas aún más altas. Malerion, Tyrion, Teclis y Morathi (las deidades aelves) habían atrapado a Slaanesh entre Ulgu y Hysh, y sacaron almas de su cuerpo para crear más de su propia raza. Las creaciones de Teclis se convirtieron en Idoneth Deepkin, mientras Morathi expandió sus limitados seguidores a las Hijas de Khaine. Tyrion y Malerion se marcharon para crear sus propias razas de aelves. De nuevo, Nagash vio esto como una afrenta personal, y cada alma como suya por derecho.
Además, los aelves de los Idoneth Deepkin deben realizar incursiones para buscar almas supervivientes, cogiendo su esencia para ellos mismos… y negándoselas por tanto a Nagash.
La venganza de Nagash
Durante la Era de las Tribulaciones, el período de oscuros presagios y misteriosos signos explorado en Malign Portents (libro), la Gran Obra de Nagash alcanzó su terrible conclusión. Esta nueva edición se desarrolla después del Necroquake, un vasto cataclismo mágico creado por la Pirámide Negra de Nagash que ha cambiado permanentemente el equilibrio de las almas.
Billones de muertos ahora se levantan a través de los Reinos Mortales, con los espectrales Nighhaunt en su máximo apogeo, marchando y aniquilando para Nagash por todos los reinos. No se detendrán hasta que todas las almas se encuentren entre sus garras… comienzan las Soul Wars…