No, no soy Marcos. Y no, no estoy pintando No Muertos. Tal como hiciera en el reto anterior, mi querido hermano me ha enviado lo que menos le apetecía pintar para que yo le diese una capa de pintura. Si en el reto anterior fue la Araknarok, esta vez le ha tocado al tanque a vapor (y pronto, el war wagon también). Pero la verdad es que esta vez he disfrutado, aunque solo un poco. Si os acordáis, Marcos transformó esta magnífica pieza.
Los colores metálicos no son mi fuerte. Y para más inri, el 80-90% de esta miniatura son metálicos. Así que he aprovechado esta miniatura para probar algunas técnicas y pulir mi estilo para pintar metálicos. La miniatura me llegó imprimada en gris, color perfecto como base para pintar cualquier metálico dado que tanto dorados como plateados cubren tremendamente bien. En lugar de utilizar el aerógrafo para pintar el color metálico que cubre la mayor parte de la superficie, me decanté por el pincel y la pintura diluida, sin importar que no cubriera 100% (lo aprovecharía como efecto de envejecimiento). Y de la misma forma pinte los relieves en dorado y el cañón y chimenea de bronce. Utilice las oportunas pinturas de Vallejo, de la gama Model Color.
Y ahora empezó la parte divertida. Tal y como hiciera en el Dragón Zombie para pintar el hueso empecé a dar capa sobre capa de tintas. Utilizando inicialmente una mezcla 1:1 de Agrax y Nuln (Citadel) por todo el carro, después dí dos capas diluidas de Nuln sobre los paneles plateados (tirando la pintura hacia la parte inferior para crear un degradado), y otras dos capas de Agrax sobre las partes doradas y de bronce. Para terminar, di una capa de Sepia sobre las partes doradas para recuperar un poco el tono rojizo.
Las luces las saqué primero utilizando el correspondiente color para recuperar el tono inicial, y acto seguido aplique una única luz mezclando el color dorado o bronce con plata (1:1). Para las martes platadas, apliqué un perfilado directamente con plata. Para pintar la madera, de forma similar, primero marque las sombras con lavado de tinta Nuln. Tras lo cual recuperé el color original, marrón chocolate, al mismo tiempo que añadí un veteado. Finalmente, con marrón beige apliqué un perfilado y marqué de nuevo las vetas.
Y finalmente, pinté los escudos con el maldito amarillo… pero de esto mi hermano ya habló aquí.