Me gustaría empezar mis conclusiones diciendo directamente que el reto me ha encantado. Muchísimo. En general, siempre estoy muy ocupado con docenas de pequeños proyectos que muchas veces no llevan a ninguna parte; y a groso modo, puedo decir que en mi vida solo he pintado un ejército completo en una ocasión: un ejército de británicos de Flames of War para mi hermano. Si uno empieza a analizar las razones de esta escasa productividad, una sobre todo domina sobre las demás: la incapacidad de mantener la motivación alta a la hora de abordar un proyecto de la larga duración. Pintar un ejército lleva tiempo. Se trata de pintar varias docenas de miniaturas (a veces ciento), muchas de ellas muy parecidas; lo que a la larga acaba cansando. Esto se traduce en lo que nos pasa a muchos: empezamos el proyecto con muchas ganas, pero enseguida la motivación recae y lo dejamos aparcado. No tanto por aburrimiento, si no quizás por monotonía. Y también por el hecho de que al ser un proyecto largo aumentan las probabilidades de que en el camino nos encontremos con un proyecto más interesante (que también dejaremos aparcado eventualmente). Sin embargo, al crear una liga de pintura como la que hemos hecho en ModelBrush, la motivación se ve en cierto modo respaldada –o incluso sustituida- por la disciplina. En la liga tenemos una serie de hitos que tenemos que conseguir, unos hitos alcanzables al ser modestos (i.e. pintar una unidad o un héroe al mes). No se trata de darse una paliza a pintar, algo que a mucho nos echa para atrás. Es importantísimo imponerse metas que uno pueda conseguir para no estresarse, dado que esto es nuestro hobby y lo primero es divertirse. Al mismo tiempo, y casi sin darnos cuenta, tenemos la presión pasiva de nuestros compañeros. Sabemos que nuestros compañeros van a presentar su unidad o héroe a fin de mes. No podemos fallarles. Somos parte del proyecto y debemos hacer lo propio con nuestras miniaturas. En suma: la liga de pintura es una gran idea para mantener la motivación (o disciplina) para pintarse un ejército completo; y sobre todo, sin prisa.

Por otro lado, esta liga de pintura me ha servido para desarrollar un “nuevo” estilo de pintura. La idea de la liga era pintar un ejército en calidad tabletop. Es decir, calidad media con la idea de que las miniaturas destaquen sobre el campo de batalla pero sin tener que dedicar cientos de horas en su pintura. En mi caso suelo tardar unas tres horas en pintar una miniatura de 28mm. Aunque relativamente no es mucho, para pintarse un ejército completo requería un montón de tiempo del que no disponía (este proyecto no era el único que tenía entre manos). Leyendo y probando algunas técnicas, al final acabé cayendo y directamente usé el estilo de pintura que nos vende GW: color base, shade y luz. Hasta ahora nunca había utilizado los lavados o shades de GW, y debo decir que he salido encantadísimo. Tanto, que ahora los aplico en mis otros estilos de pintura. En lo que a este proyecto se refiere, reduje drásticamente el tiempo de pintado de una miniatura a la mitad, si bien es cierto que al final acabé dando luces de más y con los héroes de empeñe un poco más. Si no hubiera participado en esta liga de pintura, es posible que nunca hubiese desarrollado por mi mismo esta técnica de pintura.

Finalmente, este proyecto me ha traído diversión. Me ha encantado participar y estar pegado a la pantalla del móvil del ordenador para ver lo que los otros participantes han preparado para la etapa de pintura. Al mismo tiempo, me ha dado la oportunidad de conocer un poco mejor a otros grandes pintores y mejores personas. Deseando estoy de participar en una nueva edición (una vez acabe mi dichosa tesis…).

Pues todo terminado. Ha sido largo pero muy satisfactorio. Además, lo creáis o no, es la primera vez que termino de pintar un ejército (‘ejercitito’ en este caso) al completo. Aunque he pasado por multitud de juegos de minis, en todos ellos he pintado alguna mini o como mucho he imprimado todo el ejército, pero nunca he terminado uno al completo. ¡Y esta vez sí!Es verdad que se ha notado mucho que lo hemos hecho entre todos, y ya sea viendo cómo avanzan el resto de compañeros o leyendo sus consejos, todo se hace muchísimo más ameno. No puedo dejar de recomendar a todo el mundo que se meta en algún jaleo similar con sus amigos o compañeros de tienda/club.

Gracias a Chuso y a Iván (y en menor medida también a Pablo) por haber querido hacer todo esto con nosotros. ¡Un placer pintar con vosotros!

Respecto a la pintura, es verdad que mi ejército era de los más sencillos, ya que todo está basado en dos colores, verde y marrón. Seguí un esquema 100% Games Workshop, aplicando el color azul en algunos sitios más que ellos, sobretodo en las armas de los bichos grandes y los jefes. Eso le da un toquecillo muy chulo y llamativo.

He mejorado mucho mucho mi técnica de pincel seco, ya que todas y cada de las miniaturas han recibido pinceladas con esa técnica, sobretodo la madera. Al final, todo se ha basado en lo mismo: imprimación, capa base y luces a la madera con aerógrafo, pincel seco a la madera y pintura a pincel de los verdes. He usado lavados para sombrear absolutamente todo, y finalmente un pequeño perfilado a pincel en algunas zonas. Dicho de otra manera: técnicas súper tiradas pero muy muy resultonas para este ejército Sylvaneth. El Spirit of Durthu es la primera miniatura gigante que pinto, y también he quedado muy contento con el resultado… aunque dudo que vuelva a pintar algo tan grande 🙂

De ahora en adelante tengo otras 20 Dryads para pintar, 5 Tree Revenants y otros 3 Kurnoth Hunters, lo que me pondrá exactamente en 1500 puntos. Ahora ya estamos todos pensando en un 2º ejército… Omar de momento ha empezado con Nurgle y yo con Death… ¡iremos poniendo actualizaciones y seguiremos pasándolo bien!

El reto de 7 Señores de la Guerra ha sido una verdadera pasada, una gran experiencia dentro del hobby que tengo que agradecer a todos los compañeros que hemos participado. Llevaba mucho tiempo con el ejército de los ogros en la estantería (de cuando aún se jugaba a Fantasy), con pocas esperanzas de darles alguna utilidad, hasta que Omar me escribió a ver si podía pintar alguna cosilla. Desde entonces han sido varios meses de esfuerzo y dedicación, pero siempre con muy buena compañía, lo que ha hecho mucho más fácil de lo que esperaba completar los 1000 puntos de ogros. Creo que he sacado muy buen provecho a las miniaturas, con un nivel bastante bueno teniendo en cuenta que también son para jugar. He variado el típico esquema de ogros donde suelen verse metales oxidados y pieles tirando a grisáceas, dándole a mis ogros colores vivos y metales resplandecientes. Sin duda, una de las miniaturas que más me costó fue el Ironblaster. Está formado por muchas piezas sueltas, y fue algo tedioso ir pintando todas por separado, aunque según avanzaba y se iba viendo el final, se hizo más llevadero. Otra lección que aprendí fue no volver a pintar de 6 en 6, como hice con los Ironguts. Desgasta mucho hacer tantas miniaturas a la vez con buen detalle. En cualquier caso, he disfrutado mucho pintando cada unidad, he innovado y he aprendido alguna que otra técnica por el camino, por lo que estoy muy satisfecho. Ahora solo falta hacer a mis ogros veteranos en las mesas de juego.

Para terminar dar una vez más las gracias a todos por la experiencia, especialmente a los integrantes de ModelBrush por organizarlo todo. Espero que haya nuevos retos y aprecio mucho todo el apoyo y los consejos que he recibido. ¡Nos vemos en el próximo desafío!

Es la primera vez que participo en una iniciativa similar, y creo que es la mejor forma de conseguir pintar un ejército completamente: el puntito de competitividad que aporta el reto es el ingrediente perfecto para motivarse. Hasta ahora, siempre he sido más coleccionista que pintor. Me quedo con el comentario que hizo Chuso en Goblintrader cuando jugamos la partida a dobles en Navidad: Así da gusto, hacía muchos años que no veía una batalla con todas las miniaturas pintadas. Y lamentablemente es cierto, la tendencia actual se enfoca más en coleccionar miniaturas antes que pintarlas, y sólo cuando hay torneos o eventos donde es un requisito, se dedica tiempo a aplicar los 3 colores obligatorios. Por no hablar de fabricar escenografía en casa… aunque ese ya es otro tema.

La estructura del reto ha favorecido la dosificación del trabajo, y aunque en mi caso por motivos personales alguna etapa la he tenido que saltar (y recuperar después), psicológicamente no es igual tener en la cabeza la meta de pintar 40-50 miniaturas, que pensar «el objetivo para fin de mes sólo son 5«. De los 7 meses que ha durado el reto (aunque sean 6 etapas, en realidad nos dimos un mes extra de margen), me quedo con recuerdos agradables y otros un poco perversos. Los Troggoths fueron complicados de pintar y me llevaron casi dos meses, por no hablar de los 20 Moonclan Grots. Decidí utilizar los goblins de la caja de Warhammer Quest por tematizar el ejército de arañas, pero no caí en la cuenta de que son diminutos y pintarlos en batch de 5 ha sido una tortura. Me di cuenta cuando me puse con los Fanáticos (las goblins clásicos de GW) y en una tarde los había terminado prácticamente. La segunda unidad de jinetes araña fue un paseo, coincidió con las últimas semanas el reto y estaba super motivado. El shaman creo que es la mejor miniatura del ejército. Le dediqué más tiempo que al resto de miniaturas, de hecho, sólo use un lavado para la piel, el resto está pintado con triadas recuperando el viejo estilo. Entre las técnicas aprendidas durante el proceso destaco la evolución en veladuras (especialmente apreciable en las luces de la piel y las naricillas rosadas), iluminar con buen tino miniaturas con grandes superficies y desarrollar otra técnica de pintura diferente a las triadas de 5 subidas por el uso de tintas + recuperación de color + dos subidas de luz.

Si habéis seguido el transcurso del reto de pintura, os acordaréis que Rubén pintó la Arachnarok y la envió por correo desde Finlandia. Durante dos meses no supimos nada de ella, sólo que había llegado por error a la isla de Santa Helena, en medio del océano Pacífico. Tras reclamar a posti.fi, hablar con la oficina postal de la isla y con el servicio de correos de Ciudad del cabo (Sudáfrica), dimos por perdida la araña. Sin embargo, días antes de Navidad llegó una nota de correos de que había un paquete esperando, cuyo remitente era de… Finlandia. Como Rubén no nos había enviado el habitual paquete de Navidad (estuvo en España en Octubre y lo trajo en mano), empecé a ilusionarme… y efectivamente, la Arachnarok llegó tres más de 3 meses de periplo por el mundo. Sin tiempo para terminar el castillo y los grots, Rubén me hizo el favor de al menos pintarme el altar del Shaman, ¡gracias!

¡Reto terminado! No diré que ha sido duro, pues no sería cierto. Al final, entre las arengas que nos echábamos entre nosotros y la alegría que da ver cómo poco a poco crece tu ejército, ha sido un proceso más fácil de lo que pensaba. ¿Dónde está el truco entonces? En organizarse, en ser constante y en ponerse metas reales.

Al igual que Miguel, es la primera vez que acabo un ejército (aunque sean 1000 puntos) entero y da gloria bendita verlo desplegado en la mesa. Además, según pintas se te van ocurriendo ideas de trasfondo y coges cariño a las miniaturas. Y aunque tengo otras miniaturas sin pintar más competitivas, me gusta librar batallas con Arturo Pérez Reverde como general, aunque sea un simple Warchanter y no un tío más grande montado en MawCrusha.

Es por todo esto que recomendaría al 100% a cualquier aficionado al hobby a que se anime e intente hacer un reto similar en su grupo de juego, es una gran experiencia y llena ese hueco que a veces se nos crea con el juego y que intentamos llenar comprando más minis.

Respecto al pintado, cuando la gente ve las minis siempre dice lo mismo: «¡Con lo difícil que es pintar amarillo!» Nada más lejos de la realidad… Al final la técnica fue similar en casi todas las miniaturas: imprimar con spray Averland Sunset, lavado, pincel seco y recuperar color con un glaze para todas las partes amarillas. El truco para pintar ejércitos, es dar con un esquema fácil y resultón y es donde debemos invertir tiempo, en dar con una fórmula que nos ofrezca buenos resultados con poco trabajo. Unificar peanas también crea una buena sensación de ejército acabado.

A nivel de juego, pues ahora me encuentro con un buen núcleo de Orruks y de Moonclan grots para hacer crecer el ejército hacia cualquier dirección. Sin pintar aún tengo otra unidad de Brutes, otra de Gore Gruntas, un Megaboss a pie y un Megaboss en MawCrusha además de un Shaman. Eso por la parte de los Ironjawz, por la parte de los Moonclan tengo muuuuuuuuchos Grots y un Garrapato Colosal, además tengo echado el ojo al nuevo ShamanGrot, así que he de decidir hacia donde crece el ejército.

Además como ya os ha comentado Miguel, el jardín de Nurgle empieza a brotar en mi mesa de pintura, así que me espera un año muy entretenido…