Imperial Assault: Mejorando el arma de El Gran Inquisidor

La séptima oleada de refuerzos para Imperial Assault ya lleva unas semanas entre nosotros. Era hora de pintar a El Gran Inquisidor, pero estarás de acuerdo conmigo en que su arma necesita, ya sabes, enderezarse un poco.

La figura en sí, no es mala para ser parte de un juego de mesa. Sin embargo, el plástico con el que está realizada es demasiado maleable y provoca que los haces laser del arma queden muy doblados. Nadie quiere ir a la guerra con regalices.

Dramatización: La foto puede no corresponderse con el producto real.

Para mejorar el arma, lo único que vamos a hacer es sustituir los haces de plástico por varillas de metal que queden más rígidas en la miniatura.

Lo primero que haremos será cortar los haces de plástico. En este punto, lo único que hay que tener en cuenta es que debemos cortar de forma limpia para simplificar el paso posterior.

¡Ajá! Seguro que tu arma tiene un -3 a la precisión ahora.

Una vez tenemos cortados los haces, lo siguiente sería taladrar. Al ser una superficie tan pequeña, marcaremos primero con una chincheta o similar el punto desde donde comenzaremos el taladro.

Me sentí tentado de darlo por terminado en este punto

Una vez tenemos las guías de taladro, nos equiparemos con nuestro taladro de mano y la broca adecuada y realizaremos sendos agujeros en ambas partes del arma. Es muy importante ser precisos y no desviarnos ya que el plástico en esta zona es muy fino.

Con los haces originales como guía, cortaremos dos trozos de una varilla metálica haciendo unos nuevos haces metálicos. Haremos que sean un milímetro más largos que los originales ya que esa pequeña parte se compensará al meter los haces en los agujeros que realizamos anteriormente. También es importante pulir los extremos que quedarán visibles, proporcionando un acabado más natural a los mismos.

Lo único que nos resta es pegarlo en la miniatura original y sacar a mesa a nuestro Inquisidor y observar como su Tajo hace destrozos en los rebeldes.

ACTUALIZACIÓN:
No he podido resistirme a pintarlo, ahora que tiene el sable bien enderezado.

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